RECLAMO
Reclamo
Diapasón vibrante,
maldice,
en los adentros se descarga la ira.
Se aferra,
rompe los hielos,
pare el arco iris,
dobla la esquina de las sombras
y la imagen se desborda por los ojos.
Furiosa
retuerce los vientos,
grita al aire,
clama al beso.
No basta alejarse de ese cuerpo.
Pegada la piel a esa piel.
tendrá que morir mil veces,
arrastrarse en el nácar de la noche,
silueta negra y blanca.
Dibuja muecas al reclamo.
Y con los grises a cuestas,
aún así puede volar.
Carmen Amaralis Vega
REVERDECE
En el centro el valle del desierto.
No se reconoce,
se ha podido morir de amor
y no hay huellas.
Las lágrimas secaron la lava ardiente
cubriendo de sal los aleluyas.
Se sabe viva.
Desesperada arranca abrojos.
Seca y fría
lame la hiel de las grietas,
y trata de atar los pedazos de cordura
con el azul infinito de la espera.
En la faena
es cordón que se enreda en las aguas
y reverdece.
Carmen Amaralis Vega
RÍO MUJER
Ancho,
profundo,
vena gorda de magias y duelos,
ilusiones líquidas en tránsito anegado.
Fluye en vértigo,
claro,
transparente,
fondo verde y ácido del tiempo.
Agua vida errada en caminos fieles,
éxtasis inútiles
sumergidos en distancias y recuerdos.
Húmedo,
enfermo de candores,
diluido,
frío.
Es arroyo sin rumbo,
latigazo de vértices y valles
florecido en lirios nuevos,
olas,
remolinos,
rostros.
Río mujer,
cuajado en surcos secos engendrando amores.
Carmen Amaralis Vega