PARED DE LUZ
Hay una barrera de luz,tibia y cegadora,aturde.
Se interpone entre mi rostro y tu rostro,entibia el frío miedo de la despedida,esa que lacera la eternidad vivida,la que será intensa para siempre,y no permitirá volver a amar.
Luminosa barrera que ciega los deseos,la piel con la piel,corazones palpitantes en delirios,en dos copas vacías de placer consumado.
Extraña luz cegadora,manos sudando la dicha,resentidas manos vacíascuando más deseas dar.
Pero está ahí esa pared luminosaa flor de almaque no deja verel ardor de tus ojos aún deseosos.
Carmen Amaralis Vega
CRUZANDO CON FE
Crucé la línea que separa el infierno de la gloria, atrás dejo lo que más se puede parecer al averno.
Necesito fuerza
resucitar la piel reseca.
Me esperan los muros,
altos muros del Paraíso,
el sueño de sentirme limpia,
sin hambre en las entrañas,
sin llagas en los ojos.
Ojos que puedan guiar mis alas,
que puedan llegar a la cumbre de mis sueños.
Ojos que enfoquen al destino,
y se rían solo al distinguir la luz.
Crucé la frontera buscando un refugio,
un techo sobre mi cabeza,
sobre las cabezas de los míos.
Faltan kilómetros de agua viva,
olas impulsadoras que levanten mi barca,
flechas que recorran los azules en línea directa,
donde solamente se valore la fe en sí misma,
y pueda envejecerse con el corazón estrujado,
pero en paz.
Carmen Amaralis Vega
BESOS DE FUEGO
Hay besos que cruzan las puertas del cuerpo, se desbordan en elixir sagrado,
retumban en la piel,
zumbido centelleante de luciérnagas
desconectando la conciencia
donde florecen los deseos.
Hay besos que duermen ocultos
debajo del dolor y la tristeza,
ocultos bajo el rojo en las mejillas
añejando la miel en la dermis de los labios.
Basta posar los ojos en esos labios
que reclaman a la vida los anhelos.
Pero también hay besos de fuego
que te hacen cruzar las puertas del infierno con el llanto del amor entre los dedos.
Carmen Amaralis Vega